Anda caliente: quiere cogerse a alguien . Sale a la calle en busca de una presa... es demaciado temprano o demaciado tarde, apenas van cerrando algunos bares y comienzan a abrir esos otras cantinas disfrazadas de restaurantes o cafés: la gente ebria esta emigrando... Elegir ahora o nunca, alguien fácil: alguien dócil: alguien para dominar y sacarle la vida.

Le miras la decadencia, sabes de su extravagancia...
Te miran con diferencia tus gustos poco en boga...
Quieres cazarle, averiguarle el sexo mientras le coges.

Sintió el miedo: el terror: el pánico atorandosele en la garganta y empujando las gotas saladas por los ojos. Los dedos inquietos recorrían su huesudo ser en busca de lo real. No tenia a donde huir y caminar sin sentido por aquellas avenidas solitarias abundantes de basura con olor putrefacto eran su única posible salida.

Te quitas el pantalón y caminas flotado cerca de él... le miras de vez en vez: quieres provocarlo.
Que se levante de la cama: te abrace y te bese la nuca.
Que te tome sorpresivamente y te tumbe en la cama. Que te arranque las ropitas y te haga suyo.
Que se limpie el sudor y entre jadeos te diga
qué tal tu día o un te quiero.

Aún estás esperando a que despierte de su sueño finito.

En la charla con humo de marihuana y botellas de cerveza vacías se me figuro verle. Mi vista brincó y entrecerré lo ojos: distinguí la compañía… era como una sombra talvez un hoyo negro.

La culpa le consume el alma. No aguanta más debe sacar las verdades.
Se le salen las lágrimas en el camino y las exhalaciones se le van atorando.
La realidad duele.

Unos besos se me escapan, estas tan deliciosa que quiero morderte.
Tus risitas se te escabullen... sé que estas nerviosa: me dices que quieres ir más lento.
Me pones el freno y yo casi me rompo el cuello.

Estas aquí y me dices primero que ya te vas. La conversación me duele... sabes que hablar del pasado duele

ay amor! que las mariposas pestañean en mi íleon y las luciérnagas queman mi vientre mientras tus dedos rozan mi piel... yo te miro y me muerdo los labios: es que no alcanzo a tocarte con ellos... quiero morderte las curvas y lamerte los volcanes... que me digas: ay amor!

Le puedes llamar a ella, le puedes conversar.
Te dejo verla y tocarla... sé que la deseas con fervor.
No me ignores es la condición.
No se te olvide que en mi siempre te puedes refugiar.