lunes, 7 de septiembre de 2009

Cansada de pedalear, por fin llegue
Mirando las montañas rojas y los ríos amarillos me desnude
Los peces montaban nubes verdes
Los cocodrilos dormían en los arboles azules
Y yo comencé a nadar sobre el pasto morado
Estrepitosamente por una colina caía
Cuando aterrice a la orilla del rió y vi un pez que moría, se había ahogado

Sácalo del agua me dijo una ardilla
Yo la mire incréudula al hecho
Y en confesiones me dijo que era una amiga

Y cuando lo saque se desvaneció en mis manos
Se hizo burbujas que volaban y cantaban
Inicie una cacería de burbujas como ritual infantil
Atrape algunas, pero me asustaron los gritos
Deje de bailar y empezaron a cantar de dolor, es que no entendía que al rozarlas les quitaba la vida

Y entonces el pasto despertó
Me amarro los tobillos y empezó a morderme
Luego los cocodrilos volaron hasta mi con las ramas de sus casas detrás
Todo empezó a ponerse lento y silencioso, llegaba el rey: un jerbo
Me hablaba a mi en un lenguaje extraño sentía que quería comerme

Resulta que no me hablaba a mi si no a mi broche en forma de alcatraz y que no mate a las burbujas sino que las ayude a reproducirse, que gritaban por el parto; que el pasto quería coger también y que la ardilla estaba drogada, que la persecución no fue más que una reunión casual con el rey que quería comerse mi broche, pero que se dio cuenta que era tan bello que termino pérdidamente enamorado y lo hizo su reina.

06-44

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